Carta de una curranta de casa:
Somos
las mujeres empobrecidas, las intencionadamente marginadas. Las cuidadoras de
ancian@s, de niñ@s, las cuidadoras del hogar. ¡¡¡Y ESTAMOS HARTAS!!!
No
queremos pasar por alto que el 75% de las personas empobrecidas del ancho mundo
somos mujeres. Y que dichas cifras son el resultado de una sociedad que se
organiza de forma jerárquica con opresores y dominadas, que insiste en
invisibilizar aquellos trabajos esenciales para que la vida en su conjunto se
mantenga “LOS CUIDADOS”. Esto hace, que a la fabricación de armas o la construcción de viviendas de lujo se le
otorgue la categoría de empleo remunerado, mientras que al cuidado de una
persona enferma o la limpieza de una casa no se le reconozca apenas nada. ¿Qué
trabajo sería socialmente más útil para la vida de las personas?
Muchas
tenemos claro, que una de las herramientas más útiles para el reconocimiento de
aquellos trabajos que sostienen la vida, es la Renta Básica de las Iguales:
instrumento de lucha que nos da la posibilidad de salir de la dependencia del
mercado laboral y la explotación de nuestros cuerpos de forma gratuita.
Afirmamos
que la pobreza también es una cuestión de género, por lo tanto denunciamos la
desigualdad impuesta desde el capital. Afectando a mujeres, hombres, animales y
toda aquella especie que quede por debajo del hombre blanco, rico, con poder…al
cual le gritamos “Que estamos hasta las tetas…que se acabó la esclavitud
silenciosa de nuestro trabajo”.
Renta
Básica de las Iguales, para todxs YA!!!
Nos vemos en las calles en las manifestaciones del 8 de Marzo
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